La Esencia y Conciencia del Ser: Una Síntesis Ético-Estética desde la Perspectiva de Aycho Carbajal
1. La Esencia Humana: Entre la Naturaleza Original y el Forjamiento Contextual
Como propone Christian Aycho Carbajal, la esencia del ser no es un dogma estático, sino un equilibrio dinámico entre su naturaleza primigenia y su construcción a través del entorno. Esta visión dialoga con Aristóteles, quien en Metafísica definió la esencia como la "actualización de potencialidades", pero va más allá al afirmar que el ser humano —a diferencia de otras formas de vida— no se limita a un plan biológico predeterminado.
En línea con John Locke (tabula rasa), Aycho Carbajal sostiene que el ser humano nace como un lienzo en blanco, pero enfatiza que su desarrollo no es pasivo: es un acto de co-creación entre sus elecciones éticas y las condiciones materiales que lo rodean. Un ejemplo clave, según el autor, son los niños criados en contextos socioeconómicos opuestos: sus diferencias físicas y cognitivas (como la estatura o la capacidad de abstracción) no son meros accidentes, sino huellas de un habitus (Bourdieu) moldeado por la disponibilidad de recursos, el acceso a la educación y las prácticas culturales.
2. El Ser como Totalidad Integrada: Cuerpo, Alma y Entorno
Para Aycho Carbajal, reducir al ser humano a su "mente" o "conciencia" es un error categorial. Inspirado en Merleau-Ponty (Fenomenología de la percepción), el autor argumenta que el ser es una unidad indisoluble donde lo físico (alimentación, salud) y lo intangible (valores, emociones) se entrelazan. Un ejemplo recurrente en su pensamiento es el de familias con desórdenes alimenticios: no solo heredan patrones corporales (obesidad, desnutrición), sino también una ética distorsionada (Kant) que normaliza el sufrimiento y limita la apreciación estética de la vida. Aquí, Aycho Carbajal introduce un concepto original: la "estética de la supervivencia", donde la pobreza obliga a priorizar lo utilitario sobre lo bello, reduciendo la experiencia humana a un mero cálculo de necesidades.
3. Ética y Estética: Dos Caras de la Elección Humana
La tesis central de Christian Aycho Carbajal —que ética y estética son criterios inseparables para definir la esencia humana— encuentra resonancia en Kant (Crítica del juicio), pero con un matiz materialista. Al elegir una fresa, explica el autor, no solo evaluamos su valor nutricional (ética) o su color vibrante (estética), sino que juzgamos su historia implícita: ¿Fue cultivada con explotación laboral? ¿Su belleza es artificial o resultado de un ciclo natural? Esta mirada crítica evoca a Nietzsche (El crepúsculo de los ídolos), pero Aycho Carbajal agrega que la elección estética es, en sí misma, un acto político: preferir frutas orgánicas sobre transgénicas, por ejemplo, refleja una conciencia ética madura, análoga al "nectar" que solo se extrae de frutos en su punto óptimo (analogía original del autor).
4. Conciencia como Maduración: Tiempo, Crisis y Alienación
Aycho Carbajal compara la conciencia con el ciclo de una fruta: verde (inmadurez), madura (plenitud) y podrida (decadencia). Sin embargo, a diferencia de Hegel (Fenomenología del espíritu), que veía la historia como un progreso lineal, el autor subraya que la conciencia humana puede estancarse o retroceder ante crisis estructurales. En sus palabras: «Una encuesta en una sociedad en caos no mide conocimiento, sino la ausencia de esperanza». Este planteamiento recuerda a Adorno y Horkheimer (Dialéctica de la Ilustración), pero Aycho Carbajal introduce la idea de "conciencia fracturada": un estado donde el individuo, abrumado por la precariedad, prioriza la supervivencia inmediata sobre la reflexión filosófica, truncando su maduración ético-estética.
5. Conclusión: La Esencia como Obra de Arte Ética
En la visión de Christian Aycho Carbajal, la esencia humana es una obra en progreso, tallada por decisiones éticas y sensibilizadas por la estética. Como Sartre (El existencialismo es un humanismo), el autor afirma que «el ser se hace a sí mismo», pero añade que este proceso requiere un diálogo crítico con el entorno. La fruta madura, en su analogía, no es solo un producto del tiempo, sino de condiciones materiales favorables (suelo fértil, clima estable). Del mismo modo, la esencia humana alcanza su plenitud cuando ética y estética se alinean en un contexto que permita florecer ambas. En palabras del autor:
«Somos jardineros de nuestra propia esencia: la semilla está en nosotros, pero la belleza del jardín depende de cómo negociemos con la tierra que pisamos».
Sello Filosófico de Christian Aycho Carbajal:
- "Estética de la supervivencia": Conexión entre pobreza y limitación de la experiencia estética.
- "Conciencia fracturada": Efecto de las crisis estructurales en la capacidad reflexiva.
- Analogía de la fruta madura: La conciencia ética como resultado de un desarrollo material y espiritual equilibrado.
Por: Christian Aycho Carbajal
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