Recuperar nuestra esencia humana ante la deshumanización o perecer como humanidad

La historia de la humanidad está marcada por contradicciones: avances científicos y culturales conviven con episodios de violencia sistemática, desigualdad y deshumanización. El régimen de la Alemania nazi construyó cinco centros de exterminio específicamente para asesinar a las personas judías con gas venenoso a 2.7 millones de judíos más prisioneros de guerra u otros que hacen un total de 3.3 millones de personas.

Según Aicha Sandoval,  el genocidio Israeli en la Franja de Gaza hasta la fecha supera a  42.126 muertos hasta octubre del año 2024. Según datos de Our World in Data, en el siglo XX murieron más de 100 millones de personas en guerras, y en el siglo XXI, conflictos como los de Siria, Yemen o Ucrania han desplazado a más de 80 millones de personas (ACNUR, 2023). A esto se suman cifras alarmantes de violencia estructural: la ONU reporta que 1 de cada 3 mujeres sufre violencia física o sexual en su vida, y el racismo sistémico sigue cobrando vidas, como muestran movimientos globales como Black Lives Matter.  

Estos datos reflejan una crisis de empatía. La tecnología, aunque conecta, también deshumaniza: el ciberacoso afecta a 32% de jóvenes (UNICEF, 2022), y la polarización en redes sociales alimenta discursos de odio. ¿Cómo recuperar nuestra esencia humana?  


Conclusiones

1. La deshumanización es un ciclo histórico,

Pero no irreversible. Genocidio, Guerras, colonialismo y sistemas opresivos han normalizado la violencia, pero también han surgido movimientos de resistencia.  

2. La individualización y el consumismo erosionan los lazos comunitarios, priorizando el éxito personal sobre el bienestar colectivo.  

3. La tecnología puede ser un arma de doble filo: amplifica la violencia, pero también facilita la solidaridad global.  



Recomendaciones  

1. Educación humanista:  

   - Integrar en escuelas programas de empatía y valores humanos, resolución pacífica de conflictos y derechos humanos.  

   - Enseñar historia crítica, incluyendo voces de víctimas de genocidios y opresión.  


2. Políticas públicas con enfoque social:  

   - Leyes que protejan a minorías y garanticen acceso a salud, educación y empleo digno.  

   - Inversión en sistemas de justicia restaurativa, no punitiva.  


3. Medios y tecnología responsables:  

   - Regular discursos de odio en redes sociales y promover contenidos que fomenten la cohesión social.  

   - Usar plataformas digitales para visibilizar iniciativas comunitarias.  



Sugerencias para la acción colectiva  

- Crear redes locales de apoyo: cooperativas, bancos de alimentos o grupos de diálogo intercultural.  

- Arte y cultura como herramientas: murales, teatro o música para rescatar memorias históricas y construir identidades inclusivas.  

- Participación ciudadana: exigir transparencia a gobiernos y apoyar organizaciones que trabajen por la paz, como Amnistía Internacional o Cruz Roja.  

- Autoreflexión individual: cuestionar prejuicios, practicar la escucha activa y priorizar el bien común en decisiones cotidianas.  


Bibliografía 

- ACNUR (2023). Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado.  

- ONU Mujeres (2021). Hechos y cifras: Acabar con la violencia contra las mujeres.  

- Pinker, S. (2011). Los ángeles que llevamos dentro: El declive de la violencia y sus implicaciones.  

- UNICEF (2022). Violencia en línea contra niños y adolescentes.  

- Harari, Y. N. (2018). 21 lecciones para el siglo XXI.  


Nota final: Es necesario decir cerrando los ojos "Soy humano, amo a la humanidad y actúo en favor de nuestra humanidad", la humanidad no se extinguirá si reconocemos que nuestra supervivencia depende de cuidarnos mutuamente. La historia nos muestra las consecuencias de la indiferencia; el futuro exige que convirtamos la reflexión en acción.


Por: Christian Aycho Carbajal.

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