Cuerpo, Alma, Mente y Plano Universal y Acción


Cuerpo, Alma, Mente, Plano Universal y Acción: Una Visión Integral del Ser Humano

El ser humano, en su búsqueda constante de significado y trascendencia, ha encontrado en la religión un camino para concebir valores, dogmas y el consuelo que brinda la creencia en una deidad. Cada religión, con su propio conjunto de dogmas y prácticas, ofrece una visión única de lo divino y de la conexión entre el hombre y el universo. Sin embargo, estas diferencias no son más que expresiones diversas de una misma búsqueda: la interconexión del alma con el plano universal, ya sea a través de oraciones, rezos, ritos u otros actos espirituales.


Ante esta diversidad religiosa, surge una reflexión profunda: el ser humano, en esencia, está compuesto por cinco dimensiones fundamentales: el cuerpo, el alma, la mente, el plano universal y la acción. Estas dimensiones no actúan de manera aislada, sino que se interrelacionan para formar un todo integral, que define nuestra existencia y nuestro propósito en el mundo.


El Alma: El Software de la Existencia

El alma es el núcleo intangible que define nuestra esencia. Podría compararse con un software que configura y da sentido al ser humano. Es a través del alma que experimentamos viajes astrales, ya sea en sueños o durante estados profundos de meditación. Estas experiencias nos permiten conectarnos con el plano universal, un nivel superior de conciencia donde reside lo divino. El alma es el puente entre lo terrenal y lo eterno, entre lo individual y lo universal.


El Cuerpo: El Hardware de la Experiencia

El cuerpo, por su parte, es el hardware que sostiene nuestra existencia física. Es el vehículo que nos permite interactuar con el mundo material, experimentar sensaciones y llevar a cabo acciones. Sin un cuerpo sano y equilibrado, la conexión entre el alma, la mente y el plano universal se ve obstaculizada. Por ello, cuidar nuestro cuerpo no es solo una cuestión de salud física, sino también espiritual.


La Energía: El Combustible de la Vida

La energía es el elemento que nutre y sostiene tanto el cuerpo como el alma. Proveniente de fuentes como la tierra, el sol y la luna, esta energía se manifiesta en nuestra vida a través de la alimentación. Una dieta equilibrada, rica en nutrientes esenciales, es fundamental para mantener el correcto funcionamiento de nuestro organismo y, por ende, para facilitar la interconexión entre todas nuestras dimensiones. Un ser humano mal alimentado no solo debilita su cuerpo, sino que también bloquea su capacidad para conectar con su alma y con el plano universal.


La Mente: El Archivo de la Existencia

La mente es el sistema nervioso central que almacena y procesa toda la información que recibimos a lo largo de nuestra vida. Es el archivo de nuestras experiencias, pensamientos y emociones. A través de la mente, interpretamos el mundo que nos rodea y damos sentido a nuestras vivencias. Sin embargo, la mente no es solo un repositorio de datos; es también una herramienta poderosa que, cuando se utiliza correctamente, puede elevarnos hacia niveles superiores de conciencia.


El Plano Universal: La Conexión con lo Divino

El plano universal, también conocido como el plano de la conciencia, representa el nivel más elevado de existencia. Es aquí donde reside lo divino, donde se manifiestan los sueños más profundos y los deseos más puros. A este plano se puede acceder a través del sueño profundo, la meditación, las oraciones y otros actos espirituales. Es una conexión directa entre el alma y el universo, un espacio donde las vibraciones atómicas emitidas por el cerebro humano resuenan con las infinitas posibilidades del cosmos. En este plano, las peticiones que realizamos a través de la mente y el alma encuentran su eco, atrayendo hacia nosotros aquello que necesitamos en el momento preciso.


La Acción: El Propósito en el Mundo Físico

La acción es la manifestación tangible de nuestras creencias y valores. A lo largo de su existencia física, el ser humano tiene la misión de obrar en beneficio de su sociedad y del mundo que lo rodea. Esto implica llevar a la práctica los valores humanos universales, como la compasión, la solidaridad y el respeto, con el fin de elevar a la sociedad hacia niveles más altos de conciencia universal. Sin embargo, esta misión no está exenta de desafíos. El hombre debe aprender de sus errores y practicar el arrepentimiento súbito, una herramienta que le permite corregir su camino y continuar su desarrollo espiritual.


La Interconexión: Alimentación, Meditación y Conciencia

El alma, ligada al sistema nervioso central y a la energía bioeléctrica neuronal, depende de una alimentación adecuada para mantener su conexión con el plano universal. Además, prácticas como la meditación y el arrepentimiento súbito son esenciales para elevar nuestro nivel de conciencia y desarrollar nuestro espíritu. Como bien se dice: "Eres lo que comes, lo que aprendes y lo que prácticas". Esta frase resume la importancia de cuidar cada una de nuestras dimensiones para alcanzar una vida plena y equilibrada.


Conclusión

El ser humano es un ser multidimensional, cuya existencia se define por la interacción entre el cuerpo, el alma, la mente, el plano universal y la acción. Cada una de estas dimensiones desempeña un papel crucial en nuestra búsqueda de significado y trascendencia. Al comprender y nutrir cada una de ellas, no solo mejoramos nuestra calidad de vida, sino que también contribuimos a la elevación de la conciencia universal, cumpliendo así con nuestro propósito en este mundo.


Por: Christian Aycho Carbajal


Comentarios

Entradas populares