Bajo el árbol
En el corazón
de sus raíces,
se hundieron
mis pies descalzos.
sintiendo el calor
de la savia helada
que fluía en mis venas,
ahogando mis angustias.
Ondea las ramas el viento
que mi dolor envuelven
en tétrica fronda.
En sus raíces caen
mis versos de lágrimas frías.
doblando mi voluntad
con la mirada estrellada
en un universo de escarcha.
Las palomas contemplaban
mi alma titilando sus alas,
cuerpo de bandera
en mástil de rama seca.
El fango en mi rostro
y apenas veía el brillo
del cristal que empañaba
mis lamentos acompasados
con los cantos del zorzal.
Con gritos apagados
en el abrazo del árbol
que velaba el cadáver
de un errante corazón
que voló al infinito.
--Christian Aycho Carbajal
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