El Péndulo
La vida es una línea
sin puntos, sin vectores,
tendida entre el cielo
y el suelo.
Un hilo tenso
sobre el vacío
y el átomo.
Dios es un trazo de luz,
el electrón perpetuo
y universal.
Donde la serpiente
urde sus redes sedientas
para alimentarse de
almas sin esencia.
Dios es el pulso del universo,
fuego lunar que quiebra
los pliegues de la nada,
repara el alma con su calor.
Su amor rompe
los muros del dolor,
desata la máscara
y los nudos del exilio.
El alma es un péndulo
que oscila entre la eternidad
y las estrellas,
y cada vaivén es un grito
que Dios escucha en morse.
Cuando el péndulo
se detenga
y el cuerpo
olvide su nombre,
Dios,
será el consuelo
cuando los ojos,
ciegos de luz,
beban el ocaso
por última vez.
—Christian Aycho Carbajal
Poema dedicado a quienes ya no están en esta dimensión y a quienes buscan el sentido existencial, en un mundo donde la oscuridad opaca la razón y la angustia rasga el corazón.
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