Gotas de saudade

En la puerta de los cielos,  

sus lágrimas son estrellas  

que ahogan el brillo 

de la escarcha y

congelan los latidos.  

El ocaso viste al cuervo,  

graba el dolor en su pico,  

grietas que rompen la piel,  

los nervios y el corazón.  

Los pajarillos cantan 

su adiós a Dios entre lágrimas,  

con alas mojadas de silencio.  

Los aviones dibujan motores  

que mueren en la distancia:  

cráteres, ecos sin nombre.  

Ella está lejos,  

en tierras sin brújula,  

donde la esperanza  

arde y se hace ceniza.  

En la desesperanza,  

cae el último soldado.  

Lo abrazan los brazos pálidos  

de una luna con grietas.  

Olvidado en el rincón  

de un techo sin ladridos,  

solo canta el silencio,  

solo gritan las sombras.  

El árbol antiguo sangra  

recuerdos bajo su corteza,  

un nombre que descarna el tiempo  

gotas en rios de saudade.

—Christian Aycho Carbajal