Gritos sin luz
Abrázame en tus labios
gritos ahogados en sequía
envuélveme en tu esencia silenciosa;
que me devuelva el dulce existencial
y me robe los lunares de tristeza.
Haz de tu boca el umbral del sueño
donde mi naufragio finge calma.
Siente en mis versos
el dolor que desgarra tus muros.
Atrápame en tus dedos boreales
que hundan luz en mis grietas profundas,
levanten mis ruinas desiertas
y las vuelvan templo de luciérnagas
pero no digas que es para siempre.
Bésame en cada diástole
que agujeree la oscuridad en mi esternón;
toca cada miedo oculto
como un colapso del sol en la aorta
que me devuelva en luz
tú, mi supermasivo.
Tú, calma que ordena
la nebulosa rota de mi éter
en poemas de luz.
Guíame a tu oasis,
aunque su fulgor sea mi eclipse
y los lamentos desolen,
como las olas que rasgan las rocas,
son luz, tus besos...
que atraviesan el oscuro dolor.
--Christian Aycho Carbajal
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