Savia del tiempo

En el vientre de la roca madre, 

la fronda de los sueños duerme.  

La semilla y el retoño que germina 

rompiendo las barreras 

de piedras y humus,  

forja la vida 

desde la oscuridad.  

Al beber el néctar divino,  

sangre de millones de luces,  

el floema acaricia el rostro 

de la mañana con besos del sol,  

y su rostro de luz y fronda  

emite ansiosa el perfume del tiempo.  

Recordando que 

la esencia de la vida  

late desde el seno 

de la Pachamama.  

Gritando victoria 

en lenguaje de hojas, 

pétalos y frutos multicolores, 

emanando los latidos del tiempo.  

Posando suspiros 

de libertad  y el amor de Dios  

en infinitos pulmones  

del eterno éter.

—Christian Aycho Carbajal